El ADN y su importancia en la odontología
Desde el año 2003, cada 25 de abril se celebra el Día Mundial del Ácido Desoxirribonucleico (ADN), el hallazgo científico más importante del siglo XX. Asimismo, se conmemora la culminación del Proyecto Genoma Humano en el mismo año, con la colaboración de científicos de varias partes del mundo, determinando la secuencia de los genes que conforman el genoma humano.
La elección de ese día se debe a que el 25 de abril de 1953, el biólogo James Watson y el físico Francis Crick publicaron un artículo llamado "Molecular Structure of Nucleic Acids: A Structure for Deoxyribose Nucleic Acid".
En el informe propusieron un modelo de la estructura de doble hélice del ADN, tomando como referencia las investigaciones de Maurice Wilkins y Rosalind Franklin.
Qué es el ADN?
El Ácido Desoxirribonucleico (ADN) es la molécula que transporta información genética para el funcionamiento y desarrollo de un organismo. Está compuesto por dos cadenas complementarias que se enrollan entre sí.
Su función principal es el almacenamiento de la información con el objetivo de construir otros componentes de las células, como proteínas y moléculas. Los segmentos de ADN que contienen información son denominados "genes".
El ADN y la odontología
Cuando los tejidos de un cuerpo sufren gran destrucción o exposición prolongada al medio ambiente como incendios, severos traumas y/o desastres masivos, la comparación de registros odontológicos es utilizada para la identificación ya que otros métodos no resultan suficientes.
Se puede decir entonces que los dientes desempeñan un importante rol en el establecimiento de la identidad inequívoca, en virtud de sus características de unicidad y elevada resistencia física y química.
El uso de los perfiles de ADN en odontología forense representa una alternativa válida en la identificación humana, al contener el material genético propiedades distintivas para cada individuo.
Hay dos tipos de ADN que se utilizan: el genómico y el mitocondrial. El ADN genómico en el cuerpo humano se halla en el núcleo de cada célula y representa una fuente de ADN para la mayoría de los análisis forenses. Los dientes son excelentes proveedores de ADN genómico. El ADN mitocondrial se utiliza para determinación de linaje materno y puede resultar un óptimo proveedor de información aún cuando las muestras de ADN extraídas se encuentran degradadas.
El ADN y los dientes
Las piezas dentarias son resistentes al ataque de factores ambientales como incineración, inmersión, trauma, mutilación, descomposición y acción microbiana por lo que representan una excelente fuente de ADN. En la estructura del diente, la dentina y la pulpa pueden proveer importante cantidad de material genético.
El estudio del ácido desoxirribonucleico (ADN) puede aplicarse ampliamente tanto en la medicina forense como en la odontología forense. Las muestras de ADN pueden utilizarse para genotipar e identificar cuerpos humanos, determinar el sexo, identificar enfermedades, estudiar la genética de poblaciones, migraciones y arrojar luz sobre los orígenes del hombre moderno. Los dientes están altamente mineralizados, lo que los hace muy resistentes al daño. Debido a esta alta resistencia, los dientes mantienen su integridad y siempre se han considerado una buena fuente de material para la identificación humana y el análisis forense (Tilotta F. y col., 2010).
La Era del genoma y la odontología
Comprender el "código de la vida" y cartografiar el genoma humano han sido hitos científicos monumentales que han marcado una época, análogos a pisar la luna. El último siglo se ha caracterizado por avances exponenciales en nuestra comprensión de las bases biológicas y específicamente moleculares de la salud y la enfermedad. La primera parte del siglo XX se caracterizó por avances teóricos y científicos fundamentales en la comprensión de la herencia, la identificación de la molécula de ADN y los genes, y la elucidación del dogma central de la biología. La segunda mitad se caracterizó por investigaciones experimentales y cada vez más moleculares, incluidas aplicaciones clínicas y poblacionales. La finalización del Proyecto Genoma Humano en 2003 y los continuos avances tecnológicos han democratizado el acceso a esta información y la capacidad de generar datos de asociación de salud y enfermedad; sin embargo, la realización de la medicina genómica y de precisión, para mejorar de forma práctica la salud de las personas, se ha retrasado. El ámbito de la salud bucodental ha avanzado mucho y se ha beneficiado sustancialmente del último siglo de avances en genética y genómica. Ya en la década de 1920 se observó un componente hereditario en la caries dental. Posteriormente se hicieron grandes avances en el descubrimiento de las causas genéticas de enfermedades raras, como las displasias ectodérmicas, las fisuras orofaciales y otras anomalías craneofaciales y dentales. Más recientemente, se han llevado a cabo y comunicado investigaciones de genoma completo para varias enfermedades y rasgos, como la enfermedad periodontal, la caries dental, la agenesia dental, los cánceres de cabeza y cuello, el dolor orofacial, los trastornos temporomandibulares y la morfometría craneofacial. Las terapias génicas y la edición de genes con CRISPR/Cas representan la última frontera superada en la era de la medicina genómica. En medio de los rápidos avances de la genómica, quedan por delante varios retos y oportunidades. Es importante destacar que se necesitan esfuerzos sistemáticos respaldados por la ciencia de la implementación para aprovechar todo el potencial de la genómica, incluida la mejora de la alfabetización genómica del público y de los profesionales, la promoción de la salud bucodental individual y de la población, y la reducción de las disparidades.
La odontología forense
En el campo de la Odontología Forense se puede realizar el análisis de manchas y líquidos orgánicos de la cavidad bucal o su contenido, la comparación de marcas de mordidas, investigación de traumatismos y lesiones bucales como casos de lesiones personales y negligencia dental. En las investigaciones penales, uno de los requisitos fundamentales es que la víctima y el agresor sean identificados positivamente. Se puede encontrar saliva en víctimas de varios delitos violentos. Se ha demostrado que la saliva se puede recuperar y tipificar a partir de marcas de mordeduras, colillas de cigarrillos, sellos postales, sobres y otros objetos (Anzai-Kanto E. y col., 2005).
Se ha dicho que los dientes son la caja fuerte del código genético, por su dureza y su fácil acceso se consideran una excelente fuente de ADN en los casos en que se puede recuperar material genético. Además del uso para la identificación humana en casos modernos, se usa para establecer el patrón genético en casos históricos, inclusive restos muy antiguos.
No todos los dientes sirven, existen protocolos para la recolección de muestras en los que se establece el tipo de condición de los dientes a analizar, por ejemplo no poseer caries ni prótesis coronaria. (Prensa Coer)